Marc Spector, el loco, nos deja.

Menos mal que, por fín, se acaba la etapa de Bemis como guionista del Caballero Luna.

Ya me empezaba a resultar cargante las continuas referencias al filón del recurso de los problemas mentales del protagonista. Una y otra vez todas las historias se basaban en lo mismo y, la verdad, ya echo de menos al Caballero Luna más clásico, el avatar de Khonshu en la tierra, el personaje que, sin estar loco, creara diferentes identidades que le permiten indagar en diferentes estratos sociales y combatir el crimen. Sinceramente, echo de menos al Caballero Luna que se parece al caballero oscuro porque, no nos engañemos, eso siempre está ahí.

En cualquier caso esta última etapa del personaje ha sido, como poco, confusa, psicodélica, y caótica y,a demás, se ha cerrado de una forma precipitada y alocada con un último capitulo que, sinceramente, no llego a entender en muchos aspectos.

Fin de una etapa, fin de colección y a esperar, otra vez, a que Marc Spector tenga unos autores que le lleven a donde se merece. Porque el personaje se merece mucho más.